Cuando leí la noticia del accidente sufrido por la Delegada del Gobierno en Madrid y conocí las circunstancias no
me extrañó. Me explico: conozco bien esa zona de Madrid, y siempre he pensado
que el Paseo de la Castellana, para decirlo con claridad, está diseñado con el
culo. Hay hasta tres calzadas distintas (la principal, el carril bus y la vía
de servicio) por sentido, y en las glorietas el cambiar de una a otra es una
aventura de riesgo. Accidentes como el sufrido por Cristina Cifuentes he visto
más de uno.
Dicho lo cual, le deseo una pronta
recuperación, ya que políticas como ella hay pocas. Mis buenos deseos, sin
embargo, no parecen ser compartidos por la izmierda,
o por alguno de sus más conspicuos representantes. Claro que, viendo como
despidieron a Rosalía Mera, no es de extrañar.
Lo mismo cabe decir del grupúsculo de
trabajadores que se ha manifestado a las puertas de La Paz coreando que
enviasen a la accidentada a la sanidad privada. Curiosa manera de defender la
pública…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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