Montoro es una desastrosa combinación
de la Ley de Murphy y el Principio de Peter. Desastrosa para los contribuyentes
españoles, que hemos de sufrir las consecuencias de sus dislates.
Sus reiteradas subidas de impuestos no
sólo no han conseguido paliar el déficit, sino que impiden cualquier posibilidad
de que la tímida reforma laboral emprendida logre una reducción en la tasa de
paro. El dislate final ha sido el déficit a la carta, por el que se permite una
mayor tasa de endeudamiento precisamente a aquellas comunidades autónomas más
manirrotas y que peor gestionan los recursos. Singularmente, a Cataluña, que a
todo lo dicho une el denigrar constantemente a España mientras amenaza con
gestos secesionistas. Por ello no es de extrañar que comunidades autónomas más
cumplidoras, de las que verdaderamente se están apretando en cinturón, se rebelen contra el ministro de Hacienda.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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