jueves, 28 de julio de 2011

Robin Hood II. El cruzado

Al finalizar la primera novela de esta saga, Angus Donald decía que seguiría escribiéndola si se vendía. Al parecer, la saga se vendió, porque al acabar el segundo volumen ya anuncia un tercero, que según he comprobado en Internet salió a la venta en las fechas previstas.
La novela sigue la técnica ya empleada en la primera novela. El narrador no es el autor omnisciente, sino que la historia es contada, tiempo después de los hechos acaecidos, por uno de los protagonistas de la misma, aunque no el principal (nada original, por otra parte: ya lo hizo Bernard Cornwell en sus Crónicas del Señor de la Guerra al relatar el mito artúrico). Por otra parte, mantiene también el tono de, podríamos llamarle, realismo sucio que ya empleaba en la primera. Despoja a Robin Hood de toda su aureola romántica y caballeresca, para presentarlo como un sujeto despiadado, que no amoral ni inmoral: Robin tiene su código de conducta, y el que lo quiebra es castigado sin piedad.
Por otra parte, los hechos de la primera novela afectan a esta segunda y, probablemente, seguirán afectando también en la tercera y subsiguientes.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

2 comentarios:

El administrador de La novela antihistórica dijo...

De "realissmo sucio" nada de nada. Donald es de los que nadan y guardan la ropa. Primero vender el libro, luego todo lo demás, incluido el rigor histórico que eso, por más que lo pretenda, no se lo va a dar el hablar de que había barro, mucho barro, en las calles medievales, una barbaridad de barro y otras cosas que parecen raras y "medievales" para el lector de hoy. Robin es desmitificado, vale. Pero Alan de Westbury y sus disquisiciones morales son más falsas que una moneda de cuatro euros. Alan debería pensar como otro de los personajes -este totalmente histórico- de la novela, el caballero trovador Bertrán de Born, y no como un pacifista del siglo XXI que se horroriza ante la sangre vertida, la lucha contra el Islám, etc... Todos los detalles en http://lanovelaantihistorica.wordpress.com de 20 de septiembre de 2012.

Bergil dijo...

Ha resultado una sorpresa muy agradable encontrarme con un comentario tan bien razonado y elaborado, hecho además por alguien que sabe de lo que habla.
Cuando hablo de "realismo sucio", la idea que impera en mi mente es que los autores intentan parecer realistas a base de suciedad. Por poner un ejemplo relacionado con el mito de Sherwood, el "Robin Hood" de Ridley Scott. Con independencia de que se haga una apología del liberalismo (o similar) verdaderamente anacrónica, resulta cuando menos curioso que Robin vaya a las cruzadas ANTES de convertirse en proscrito, y no después. Otro ejemplo sería "Templario", que también contiene algunos errores históricos de bulto.
De todos modos, mi película favorita sobre el mito siempre será "Robin y Marian". Romántico que es uno...
P.D.: Muy buena tu crítica. Me la he leído de pe a pa.