lunes, 5 de agosto de 2013

Hijos de la Gran Bretaña


Si ayer hablábamos de los delincuentes del extremo Norte de la península, hoy hablamos de los del extremo Sur. Antaño nido de contrabandista y actualmente de blanqueo de dinero (eso, cuando menos), Gibraltar lleva trescientos años siendo un grano en el culo de España. Y, como ha quedado demostrado por la Historia, ese grano no se cura con pomaditas o palmaditas: se cura estrangulándolo, apretándolo, para ver si expulsa el pus de una maldita vez. Sólo así se dan por aludidos y se quejan, lo que no está mal, para variar: ante las colas para cruzar la verja del Peñón, el gobierno británico ha protestado formalmente y hablan de retenciones deliberadas, llamando a consultas a su embajador. ¿Y qué, si lo son?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y el echar hormigón en los caladeros para fastidiar (con j) a nuestros pescadores como se califica? El Señor nos de la Paz y el Peñón de Gibraltar. ¡Gibraltar, español! CHCD