viernes, 2 de agosto de 2013

Mamarrachos

No lo he empleado, pero un mote que se suele usar para referirse despectivamente a los relacionados con el Fútbol Club Barcelona es el de culerdos. Dos de los más conspicuos representantes de esta corriente de pensamiento, profundamente ombliguista, han saltado a los titulares últimamente.
El primero fue José Guardiola, que sin venir a cuento volvió a hablar de independencia en una rueda de prensa de su actual equipo, el Bayern de Munich. Se ve que no escucha demasiado a Sebastian Vetel… Por otra parte, parece que ya le van mostrando que es de los que se ha creído mierda y no llega a pedo. O, por decirlo educadamente, que ya no está en un equipo en el que la afición traga con cualquier piedra de molino que les presente. Cuando ha sentado –con razón o sin ella, eso es lo de menos- a una de las vacas sagradas del equipo para colocar a uno de sus fichajes –lo que, objetivamente considerado, tiene su lógica-, la afición le ha criticado.
Luego ha hablado el más avanzado aprendiz de guardiolismo, lo que es tanto como decir hipocresía. Hablo del charnego Javier Hernández, que parece creerse obligado a dar más muestras de culerdez (va a acabar gustándome la palabrita) que nadie. Preguntado sobre el interés del Real Madrid por el galés Bale, ha dicho que no está seguro de que valga lo que dicen. En cambio, del sueldo estratosférico del enano hormonado, o del pastizal que ha costado el antaño considerado como macarra mohicano, ni palabra. Nada. Será que está seguro de que valen lo que cuestan… o de que no lo valen.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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