…que
diría el gallego.
A
los progres, retroprogres y maricomplejines se les llena la boca con la palabra
igualdad. Según ellos, todos somos
iguales, o deberíamos serlo, cuando no es así. No es justo, ni lógico, que se
trate igual al padre de cinco hijos que al de uno solo, como tampoco lo es que
se trate igual al que trabaja y produce que al vago redomado que vive (o aspira
a hacerlo) por la jeró.
Como
roja de manual que es, doña Rojelia
se ha despachado diciendo que se cogerá algún día más de vacaciones para ser como el resto de los ciudadanos.
La cuestión es que el alcalde de cualquier población, no hablemos ya el de la
primera ciudad de España, no es como el
resto de los ciudadanos. Como cualquier cargo público, se debe en primer
lugar a los ciudadanos, y luego, si acaso, mirará por ella y por su familia. Es
como el (de momento) secretario general del PSOE, que prácticamente desde el
día de las elecciones lleva de vacaciones, de una duración que ni las de los
maestros del imaginario popular.
Y si
doña Rojelia quiere ser como el resto
de los ciudadanos, no haberse presentado a las elecciones (que a eso nadie
obliga, que se sepa) y haberse quedado en su casa, haciendo pagos en negro y
cometiendo alzamiento de bienes para no pagar a los trabajadores de su marido.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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