Cómo será Sin vocales, que todo lo que toca, lo pudre. Tomemos el caso de Nadia Calviño, que antes de aceptar entrar en su gobierno -nunca dejaré de preguntarme por qué- tenía, según dicen, un cierto prestigio dentro de su campo.
Pues ha sido entrar en el
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer (aunque llevara
en el consejo de ninistros año y medio cuando el mamarracho alfa
y su cuadrilla entraron en el mismo) y empezar a decir las mismas tonterías que
sus predecesores suciolistos en el cargo (porque hago el esfuerzo y no
se me ocurre ni un solo ministro de economía de los de la mano y el capullo que
se salve de la quema).
Y si hace tres semanas y media
era el Banco de España el que propinaba un varapalo al desgobierno, recortando la previsión de crecimiento del PIB para el año en curso, hace poco menos de dos
era la ninistra de Despilfarro la que no descartaba revisar a la baja las previsiones tras un primer trimestre muy duro. Poco después aseguraba
que el segundo trimestre será aún de transición (sin aclarar hacia qué) y
afirmaba creer que hay tareas más urgentes que modificar la reforma laboral.
Teniendo en cuenta que la
desviación de las cifras macroeconómicas era de treinta y seis mil millones de euros -que se dice pronto-, y que las previsiones económicas del consejo de ninistros
han caído un treinta y cuatro por ciento, desde luego que hay tareas más
urgentes.
Como echar a todos estos inútiles
a la calle y que no vuelvan a regir nada público en toda su refitolera vida.
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