Cuando la izquierda se encuentra en la oposición, critica medidas y actitudes que, más pronto que tarde, adopta en cuanto llega al poder.
Del mismo modo, cuando no les
afectan, consienten, toleran o incluso promueven conductas que, cuando les
tocan de cerca, rechazan de palabra o de obra. Tomemos el caso de la ocupación
de edificios ajenos: si los ocupan lejos de tu casa, no pasa nada, incluso está
bien; pero si ocurre en tu vecindario… entonces causan cantidad de problemas
y provocan un desastre.
Quien dice tales cosas es la abuelita
chocha, alias doña Rojelia, cuando habla de un grupo de muchachos
muy vinculados a actividades ilegales de robos, hurtos y otras cosillas que
ocuparon un chalet en su vecindario; la ex primera edil de la Villa y Corte se
permite, además, criticar la lentidud del procedimiento del desahucio exprés…
ella que prohibió los desahucios mientras destrozaba Madrid.
Donde las dan, las toman, filoterrorista.
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