Cuando surgieron los neocom como partido, se podía distinguir fácilmente, entre los jóvenes, a aquellos que provenían del Partido Comunista (los paleocom) de aquellos que eran verdaderamente neocom pata negra (o roja, o morada…).
Y es que, mientras que estos últimos eran, si
bien no especialmente instruidos, sí unos vivales de mucho cuidado, aquellos
eran más bien cortitos de entendederas. No sólo recitaban los mantras habituales
de los epígonos del vago vocacional, sino que, además, parece que se los creían
de verdad.
Así, el ninistro de Carestía fue el que
proporcionó más momentos de gloria… pero es que su hermano no se queda
atrás. Licenciado en Económicas tan pronto defendía darle a la máquina de
hacer dinero para atajar el déficit público como sostiene que la culpa de
la situación económica de Venezuela es, no del régimen cleptocrático, sino de…
¡¡¡las empresas y Estados Unidos!!! Las dos bichas de todo comunista que se
precie.
¿Quién es el hermano tonto?
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