Mientras la prensa progresoide brama contra el Partido Popular por los papeles de Bárcenas, guarda un sospechoso silencio sobre el llamado EREgate andaluz. Un caso de corrupción de dimensiones económicas mucho mayores y de consecuencias políticas de más alcance, al menos por lo que se va viendo.
Hace apenas una semana, Griñán, el único presidente andaluz que no ha ganado un solo comicio autonómico, anunció que abandonaría la presidencia de la Junta de Andalucía antes de que terminara el verano. Aunque no quiso desvelar los motivos para semejante espantá, comparable a las míticas de Curro Romero (pero con mucho menos arte), es evidente que el trabajo concienzudo de la juez Alaya ha empezado a hacer correr un escalofrío por la espalda del presidente del PSOE. Cómo será la cosa que incluso Izquierda Unida ha visto razones suficientes para imputar a Griñán por los ERE. A pesar de lo cual, sigue apoyando al PSOE para retener el gobierno de Andalucía…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!