Por mucho que lo disfracen con otro nombre,
Izquierda Unida no es más que el casi centenario Partido Comunista de España.
Un partido con una negra historia, roja de sangre ajena (y propia también), que
nunca ha sido verdaderamente demócrata.
Hace unos meses, Cayo Lara animaba a conquistar
en las calles lo que no podían conseguir en el Parlamento. Continuaba así una
postura cuyo precedente inmediato fue el apoyo a las ilegales concentraciones
del 15-M.
Ahora ha sido Ángel Pérez, líder de la
coalición comunista en Madrid, el que ha justificado la violencia para que los niños coman. Según este
prohombre, si hay que asaltar
supermercados habrá que organizarlo para asaltarlos bien asaltados, no de
cualquier forma (vamos, que hay que hacerlo, valga la expresión para una
ideología atea, como Dios manda). Y para que constase que no hablaba a título
exclusivamente personal, añadió lo digo
en nombre del grupo de Izquierda Unida y lo digo solemnemente. Dado que no
ha sido desautorizado por los órganos de la coalición, parece que lo que decía
es cierto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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