Desde su ingreso en la vida
parlamentaria, el PSOE debería estar inhabilitado para gobernar. Un partido que
suscribe el nosotros nos atendremos a la
legalidad cuando convenga a nuestros intereses, aunque demuestra una
sinceridad encomiable, denota también una falta de escrúpulos que hacen muy
difícil encomendarle cualquier tarea de gobierno.
Cuando ha llegado al Gobierno,
sistemáticamente, ha quedado de manifiesto que semejante inhabilitación no
sería en absoluto perjudicial para el país. Cada vez que ha tenido responsabilidades
(irresponsabilidades, más bien, a tenor de su desempeño), el estado del país
(la región, el ayuntamiento, lo que sea) cuando se marcharon era infinitamente
peor que cuando llegaron. A pesar de lo cual, la gente ha seguido votándoles
por millones.
En la situación actual, el
desprestigio de los partidos políticos es tal que, a pesar de lo mal que
comunica el PP su tarea de gobierno y del desgaste que la misma le ocasiona, el
PSOE sigue por debajo de la derecha en intención de voto. A ello contribuye,
sin duda, además de su historia reciente, el nulo tirón que supone su cabeza de cartel, el hijo de P.
Visto que por la vía de las urnas lo
tienen negro, y que aunque presenten una moción de censura la posibilidad de
que la misma prospere es nula, el PSOE ha vuelto a tirar de sinceridad cuando
ha dicho que pedirá la dimisión de Rajoy,diga lo que diga en el Parlamento.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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