sábado, 27 de julio de 2013

Ladra, chucho, que no te escucho

Desde su ingreso en la vida parlamentaria, el PSOE debería estar inhabilitado para gobernar. Un partido que suscribe el nosotros nos atendremos a la legalidad cuando convenga a nuestros intereses, aunque demuestra una sinceridad encomiable, denota también una falta de escrúpulos que hacen muy difícil encomendarle cualquier tarea de gobierno.
Cuando ha llegado al Gobierno, sistemáticamente, ha quedado de manifiesto que semejante inhabilitación no sería en absoluto perjudicial para el país. Cada vez que ha tenido responsabilidades (irresponsabilidades, más bien, a tenor de su desempeño), el estado del país (la región, el ayuntamiento, lo que sea) cuando se marcharon era infinitamente peor que cuando llegaron. A pesar de lo cual, la gente ha seguido votándoles por millones.
En la situación actual, el desprestigio de los partidos políticos es tal que, a pesar de lo mal que comunica el PP su tarea de gobierno y del desgaste que la misma le ocasiona, el PSOE sigue por debajo de la derecha en intención de voto. A ello contribuye, sin duda, además de su historia reciente, el nulo tirón que supone su cabeza de cartel, el hijo de P.
Visto que por la vía de las urnas lo tienen negro, y que aunque presenten una moción de censura la posibilidad de que la misma prospere es nula, el PSOE ha vuelto a tirar de sinceridad cuando ha dicho que pedirá la dimisión de Rajoy,diga lo que diga en el Parlamento.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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