Hace poco, en Facebook, uno de mis conocidos
(de ideología bastante contraria a la mía) decía, a propósito de la
paralización judicial del proceso de privatización de la gestión de varios
hospitales de la Comunidad Autónoma de Madrid, que era bueno que los políticos
supieran que no están por encima de las leyes. No acabé de entender a qué venía
el comentario, ya que, hasta donde yo sé, privatizando la gestión de los
hospitales no se está infringiendo ninguna norma jurídica.
Eso sí, de inmediato pensé en otros políticos
que sí parecen considerarse por encima, o al margen, de aquellas leyes que no
les gustan. Postura que hunde sus raíces en aquella frase de Paulino Iglesias
(la de que actuarían conforme a la Ley cuando ello conviniera a sus intereses)
cuya esencia permea toda la actuación del PSOE en particular y de la izmierda española en general.
Y entre esos políticos ocupa un lugar
preferente el hipócrita y malhablado alcalde comunista de Marinaleda, para el
que la Fiscalía pide siete meses de cárcel (menos de la tercera parte de lo que
pidió la Abogacía del Estado…).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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