El Fútbol Club Barcelona, dejando aparte el
aspecto ideológico, nunca ha sido un ejemplo de fair play. Todavía recuerdo cuando arrebató a Rivaldo al Deportivo
de La Coruña con nocturnidad (poco antes de la medianoche en que vencía el
plazo de fichajes) y alevosía. Ahora, parece que la jugada se repite, aunque a
un nivel menor en cuanto a la categoría deportiva.
En efecto, Lardín, uno de los responsables de
las categorías inferiores del Real Club Deportivo Español, ha estallado ante la
actitud del equipo vecino, comprando a golpe de talonario a las perlas de la
cantera españolista. Textualmente ha dicho No nos respetan, el Madrid no actúa así. Pues claro que no: del latrocinio al
lenocinio van pocas letras, y es bien sabido que el Barcelona es más que un
club… es un puticlub.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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