En un mundo ideal, las palabras del
ministro de Asuntos Exteriores habrían tenido todo el sentido del mundo, y las
apoyaría sin reservas. Sin embargo, desgraciadamente, no vivimos en un mundo
ideal. Vivimos en el que nos ha tocado. Y, por ello, decir que la Marca España defiende todas las nacionalidades españolas es, además de una incorrección
gramatical, un error práctico.
Es una incorrección gramatical porque
en España sólo hay una nacionalidad, la española. Podrá haber nacionalismos,
pero no más nacionalidades. Si son nacionalidades, no son españolas; si son
españolas, no son nacionalidades, ya que España no es, ni nunca ha sido, una
nación de naciones. El término es uno de los muchos errores de la malhadada
constitución de 1.978, en un intento de contentar a unos movimientos que son,
por naturaleza, insaciables. Como cantó Bruce Springsteen
Poor man wanna be rich
Rich man wanna be king
And a King ain’t satisfied
‘til he rules everything.
Y es un error práctico porque mientras
que España se dedica a defender a sus partes allende nuestras fronteras, alguna
de esas partes emplea el dinero que ha esquilmado a todos los españoles en
atacar y vituperar a España y los españoles. Vamos, que defendemos a quien nos
ataca.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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