En general, hago las entradas en el
blog por orden de rigurosa aparición ante el micrófono. Sin embargo, hay
ocasiones en los que la noticia es tan importante (para mí) que me salto esa
regla y hago una entrada específica sobre el tema.
La sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la asesina que recurrió la Doctrina Parot es una de esas noticias importantes. Mi primer
pensamiento cuando leí que el tribunal se había puesto del lado de la
delincuente, y no de las víctimas, fue que se veía que a ellos no les habían
matado un compatriota. Pero me equivoqué: en ese tribunal hay un español,
colocado allí por el PZOE y contrario al cumplimiento íntegro de las penas. Eso
empezaba a explicar las cosas.
Al día siguiente, y a pesar de que las resoluciones de ese tribunal no son de obligado cumplimiento –países con los
cataplines bien puestos, como el Reino Unido, las han obviado cuando no estaban
de acuerdo, y países calzonazos, como el nuestro, tampoco les han hecho caso
cuando no nos ha convenido-, la Audiencia Nacional acordó por unanimidad, y con
el apoyo del Ministerio Fiscal, la excarcelación de la miserable.
Han vencido, pues, pero no porque
hayan ganado, sino porque nos han bajado a todos los pantalones hasta los
tobillos, para que puedan darnos por culo a gusto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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