Hace más de un cuarto de siglo, en el
examen final de Derecho Político II, hice una valoración que el tiempo demostró
acertada. Decía entonces que hasta que los en aquel entonces múltiples partidos
de derechas no se unieran en uno solo, no tendrían esperanzas de lograr una
mayoría suficiente para gobernar.
De hecho, lo que el tiempo ha
demostrado es que al Partido Popular sólo le ha valido, históricamente,
alcanzar la mayoría absoluta para poder gobernar. La situación actual en
Extremadura es una rara anomalía, tanto mayor cuanto que la fuerza que les
apoya son… los comunistas.
El abandono de los principios que
hasta ahora constituían su seña de identidad (quizá siguiendo la doctrina arriolista de que a los nuestros los tenemos seguros, vamos a por los otros) ha
provocado que en los últimos tiempos figuras señeras del partido lo hayan
abandonado, al tiempo que pequeños partidos han ido surgiendo a derecha e
izquierda del actual partido en el gobierno.
Esa división sólo beneficia a la
izquierda, y más específicamente al Partido Socialista. Como muy gráficamente
ha dicho una de las figuras a las que antes me refería, si las pequeñas fuerzas no se unen serán aniquiladas por el monstruo.
Es hora, pues, de constituir entre todos ellos una nueva fuerza a escala
nacional, en lugar de empecinarse en pequeños grupos que irán desapareciendo indefectiblemente…
o impidiendo de manera permanente que gobierne en España la derecha. Que, por
mal que lo haga, siempre lo hará mejor que la izquierda…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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