Dentro de la plantilla del Fútbol Club
Barcelona, el defensa Carlos Puyol es uno de los que mejor me cae (cosa no
demasiado difícil, claro). Tranquilo, nunca da la nota ni dice una palabra más
alta que otra. Para remate, ha llamado a su primera hija Manuela, lo que le ha
granjeado un diluvio de invectivas por parte de las hordas nacionalistas.
Se ve que, acobardado, se apresuró a
hacer a la niña socia del club, posando con una camiseta con los colores de la
bandera de Aragón… porque eso es el paño al que los catalanes llaman su bandera.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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