En uno de mis primeros hilos dentro de
este blog tracé una comparativa entre Barack Obama y José Luis Rodríguez
Zapatero, concluyendo que, al fin y a la postre, no eran tan diferentes salvo
que el norteamericano tenía algo más de bagaje intelectual (lo que tampoco
resultaba tan complicado, visto con quién se le comparaba).
Sin embargo, unas recientes
declaraciones del presidente estadounidense me hacen dudar incluso de que
exista diferencia en la talla intelectual de ambos personajes. Obama ha declarado que No hay duda de que hay
gente a la que simplemente no caigo bien porque no les satisface la idea de un
presidente negro. Ahora, por otra parte, está que hay compañeros negros y
compañeros blancos a los que les caigo muy bien y me dan el beneficio de la
duda precisamente porque soy un presidente negro. A continuación señala que
Hay una relación histórica entre algunos
de los argumentos que hacemos políticamente y la historia racial de nuestro
país, y a veces es difícil separar, lo cual es indudablemente cierto.
Sin embargo, alguien con suficiente
inteligencia debería ser capaz de establecer esa separación. Porque a lo que
suena la frase de Obama es a si dicen que
no me quieren, es porque soy negro. Y en algunos casos, en muchos inclusos,
eso puede ser cierto. En otros casos, entre los que me cuento, es porque ha
sido toda su vida un calientaescaño con labia que se ha aprovechado
(legítimamente) de su color de piel para usarlo a su favor en su campaña para
la presidencia, en plan si no me votas
eres un racista, y no si no me votas
es porque crees que no soy lo bastante bueno. Sin ir más lejos, creo que su
mujer es sensiblemente mejor que él… y tiene la piel más oscura.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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