Conocía las historias de Fafhrd y el Ratonero Gris (que por lo visto introducen la picaresca en el género, al igual
que el Conan de Howard lo creó y el Elric de Moorcock, ya leído, aportó la
vertiente místico-mágica) desde hace años, cuando me crucé con la versión en
cómic que se publicó, aunque no sabía que se había realizado una edición de los
relatos hasta que vi el tomo en la tienda donde compro mis tebeos. Aunque es lo
que se llama una edición ómnibus (es decir, que reúnen todas las obras en un
número reducido de volúmenes, dos en este caso), iré haciendo las entradas del
blog conforme vaya terminando las obras individuales.
Y la primera de esas obras es la que
da título a esta entrada. Comprende cuatro historias más breves (la primera, de
hecho, de un par de páginas), aunque sólo en la última los dos personajes que
dan título al ciclo se encuentran verdaderamente (como se menciona en el
relato, es la segunda vez que se cruzan sus caminos) y traban amistad.
La palabra que me viene a la mente
para describir el estilo narrativo de Leiber es calmado. Presta atención a los detalles y los describe con
precisión, aunque no con profusión. Quiero decir, el lector se hace una idea
exacta de la situación, pero en dos o tres páginas apenas han pasado cosas o ha
cambiado la escena… hasta que pasan o hasta que cambian. Pero se lee bien, y te
deja con ganas de más.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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