miércoles, 18 de junio de 2014

Con ejemplos como éstos…

En general, los que vociferan exigiendo la posibilidad de elegir entre monarquía y república lo hacen exhibiendo banderas tricolores; esto es, las correspondientes a la Segunda República, de infausto recuerdo (la Primera tampoco es que fuera como para tirar cohetes, pero duró bastante menos y mantuvo la enseña bicolor).
Fue aquél un régimen de nacimiento ilegítimo e ilegal (otra cosa en común con la Primera), en el que media España legisló contra la otra media (para los ignorantes: la izquierda contra la derecha) y se negó a aceptar el veredicto de las urnas cuando el mismo no les favorecía. Por ello, un régimen que nació viciado de origen acabó como empezó, deslegitimado por no aceptar el resultado de unas elecciones manipuladas y coaccionadas.
Así las cosas, no es extraño que los que se proclaman de la República hijos vengan a ser en la mayor parte de los casos, como dicen los versos, unos hijos de la gran puta. Y que sigan sin tolerar a los que no piensan como ellos, y propinen palizas al grito de Viva la República.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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