El grupito de Junior va alternando el tono de sus propuestas, yendo de las
descaradamente populistas a las directamente liberticidas. Ya hablaremos otro
día de estas últimas; hoy toca referirse a las de primer tipo.
Este mes de Agosto se han descolgado
con una iniciativa que apela del modo más rastrero al lado más irracional y
visceral de la masa a la que pretenden dirigir y representar. Demagogia pura,
vamos. Plantean, nada menos, que auditar el origen de las cien mayores fortunas de España. Esta propuesta tan populachera plantea, así de partida, tres
problemas que podríamos denominar antes,
durante y después.
Empecemos por el antes (evidentemente). ¿Con qué base quieren hacerlo? Es decir,
algunas fortunas, indudablemente, pueden haber surgido, como quien dice, de la
noche a la mañana, pero otras pueden venir de varias generaciones atrás.
Respecto a estas últimas se me ocurre, por ejemplo, la de los Botín (que no sé
si están entre esas cien fortunas, pero don Emilio es de los primeros en los
que piensas cuando surge el tema del dinero). Su familia lleva un siglo, si no
más, siendo banqueros… lo que probablemente les descalifique automáticamente a
los ojos del chiringuito de los círculos. En el otro extremo estaría el dueño
de Inditex, cuyo nombre ahora no recuerdo (acabo de hacerlo, es Amancio
Ortega): es, indudablemente, un hombre hecho a sí mismo, que ha levantado un
imperio de talla mundial trabajando duro (con la ayuda de su primera mujer) y
que, además, entrega cantidades importantes a causas altruistas (como la
susodicha esposa hacía hasta que falleció). Claro, que dirán que en sus
fábricas se explota, o alguna otra soflama tan del gusto del progretariado.
Pasemos ahora al durante, la cuestión que da título a esta entrada. ¿Cómo piensan
hacerlo? ¿Con qué medios, humanos y materiales? ¿Y acaso piensan que van a ser
capaces de encontrar los trapos sucios de aquellos que tienen algo que esconder?
Y llegamos al después. ¿Qué harán, una vez finalizada semejante auditoría de
caballo? ¿Expropiar las fortunas para repartirlas entre los más desfavorecidos?
Alguien tendrá que hacerlo, y serán ellos, claro, como cabeza de la vanguardia
proletaria. Y algo se guardarán por el camino, sin duda, por los esfuerzos
realizados. Con lo que al cabo de unos años tendremos una nueva casta de ricos
mientras que habrán dejado el país hecho unos zorros para varias generaciones.
Vamos, como Rusia después de la revolución bolchevique…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!