sábado, 16 de agosto de 2014

Secreto a voces

Todos en Cataluña -todos en España- sabían que el régimen convergente (por no decir socialconvergente, es decir, el de todos aquellos partidos que habían pillado cuota de poder… como, por otra parte, ocurre en el resto de España, y Cataluña no iba a ser una excepción) estaba podrido hasta la médula, en el sentido de ser algo esencialmente corrupto. Se dijo hasta en sede parlamentaria sin que fuera rebatido, en aquella famosa sesión del tres por ciento que me permitió elaborar una de las presentaciones semanales antecesoras de este blog de las que quedé más satisfecho, por más que el tema fuera algo secundario.
Finalmente, el Yoda del nacionalismo catalán –tanto por su aspecto físico como por el hecho de ser el maestro de toda esta generación de políticos necionanistas que padecemos los españoles- ha reconocido que durante un tercio de siglo ha defraudado a la Hacienda Pública; según él, en todo ese tiempo no encontró el momento oportuno para regularizar la situación.
En realidad, la cosa no debería extrañar. Corrupto su padre, corrupta su esposa y corruptos sus hijos, lo verdaderamente excepcional habría sido que Jorgito Polluelo fuera un sujeto impoluto en sus tratos con el fisco. Lo realmente sorprendente es que así, de buenas a primeras (aparentemente), haya confesado todo como un canario; o que crea que reconociendo la defraudación y pidiendo perdón la cosa se iba a solucionar penalmente para él.
En cuanto a las reacciones, también fueron las que cabía esperar. Su formación política acusó el golpe –un consejero de la Generalidad tuvo la desfachatez de tacharle de mesiánico; digo desfachatez porque entonces me pregunto qué adjetivo reservarán para Arturito Menos- pero manifestó que el proceso secesionista continuaba. En esa misma línea se manifestó el antedicho matón de mandíbula cuadrada, que señaló que lo manifestado por Polluelo pertenecía a la esfera familiar (olvidando que los personajes públicos, y más aún los políticos, no tienen vida privada, y menos en lo que se refiere a asuntos de dinero; aquello de la mujer de César y tal), mientras que corrieron los rumores de que Durán y Lérida andaba preparando otro partido (como que le iban a votar yendo en solitario… amosanda).
Lo más gracioso fue la reacción de una de las hermanas de Pujol. Teóricamente, el origen de los fondos que mantenían en el extranjero era una herencia que su padre dejó a sus hijos (los de Pujol… Jorge, para aclararnos). Sin embargo, al enterarse de la carta del Muy Deshonorable, la reacción de la hermana fue preguntarle a qué herencia se refería. Ya ni de la familia puede uno fiarse…
Finalmente, en una muestra práctica del refrán así caen los poderosos, ya empiezan los movimientos para retirar una estatua dedicada al pollo. Para descabalgar la estatua de Franco de Nuevos Ministerios esperaron a que llevara muerto treinta y cinco años… y aún así lo hicieron con nocturnidad y alevosía.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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