viernes, 8 de agosto de 2014

Antes se coge a un mentiroso que a un cojo

Cuando surge un escándalo de corrupción, la reacción inmediata de los políticos de uno y otro signo –y en ese saco meto a los sindicalistas, puesto que los sindicatos españoles, especialmente los denominados más representativos, ejercen una actividad más política que sindical- es, primero, negarlo todo; segundo, decir que lo ignoraban; y tercero, afirmar que se trata de casos aislados, aunque los casos aislados surjan como hongos.
Sin embargo, basta con esperar lo suficiente para que los implicados vayan cantando cual canarios. El último ejemplo es el de la corrupción de la UGT andaluza (por no decir de la nacional), en la que, tras seguir el guión antes mencionado, un exdirigente de la rama regional del sindicato ha afirmado que a Cándido Méndez le han faltado huevos. Así, tal y como suena.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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