Uno de los problemas fundamentales de
los nacionalismos es que, al considerarse en posesión de la verdad absoluta (un
poco al modo de los fundamentalistas islámicos), no admiten alternativas a su
postura. Esto puede ser un problema cuando se dan de bruces con la realidad,
que suele ser tozuda y poco dada a doblegarse a los deseos de las personas.
Así, preguntado si tenía un plan B para el caso de que no fuera
posible plantear su consulta secesionista, Arturito
Menos contestó que sólo tenía un plan, y que su única opción era votar el 9 de Noviembre. Una semana más tarde las cosas se aclararon un poco, en el
sentido de explicar el porqué de semejante empecinamiento. Dado que si se
detiene, las fuerzas que ha puesto en movimiento le arrollarán, a CyU no le
queda más opción que someterse a IRC y la sedicente Asamblea Nacional Catalana y mantener la promesa de sacar las urnas
a la calle en la fecha indicada.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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