En el mismo día, hace tres semanas, me
encontré con dos noticias relacionadas con el catalán que me alegraron el día.
La primera fue enterarme de que una cadena de supermercados (no hagamos
publicidad) había retirado varios productos de sus establecimientos aragoneses
porque estaban etiquetados únicamente en catalán. Por lo visto, habían sido
enviados allí por error, ya que iban
destinados a establecimientos localizados en Cataluña. Aunque, bien mirado, eso
no es excusa: de acuerdo con la Constitución (sí, ya sabemos que los necionanistas catalanes acostumbran a
pasársela por el forro) sólo hay un idioma que todos los españoles tienen el
deber de conocer y el derecho a utilizar… y no es precisamente el catalán.
La segunda fue que, en la final del
programa Masterchef, Televisión
Española se saltó su libro de estilo y llamó Gerona a Gerona. Cosa, por lo
demás, de lo más correcto, ya que no hablamos de London, Munchen o Milano… y
ellos (ya sabemos quiénes son esos ellos)
hablan de Terol o Saragossa.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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