lunes, 28 de octubre de 2013

Divide et impera

No es la primera vez que un grupo de totalitarios que se arrogan la representación del pueblo depuran a los elementos menos exaltados de su movimiento antes de lanzarse a una orgía de sangre y destrucción. Lo hicieron los jacobinos, eliminando a los girondinos antes de instaurar el Terror; lo hicieron los bolcheviques, deshaciéndose de los mencheviques antes de instaurar primero el leninismo y luego el aún más terrible estalinismo; lo hicieron, en fin, los nacionalsocialistas alemanes con los miembros de las SA en la Noche de los cuchillos largos antes de desencadenar lo que es bien conocido por cualquiera con un mínimo de cultura.
Ahora es el nacionalismo catalán el que, creyendo ver al alcance de la mano la tan ansiada (por ellos) independencia, busca unirse a los más exaltados, quizá creyendo poder dirigirlos, al tiempo que parece dispuesto a soltar el lastre de la facción democristiana de la coalición gobernante. Si yo fuera de estos me andaría con cuidado: en todos los casos citados, antes de caer, los exaltados eliminaron físicamente a los moderados… y no de un modo especialmente misericordioso, además.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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