Hace ahora casi tres cuartos de siglo,
los partidos de izquierdas españoles, buscando alcanzar una mayoría que por
separado no consiguieron, se unieron en lo que se dio en llamar el Frente
Popular. Ni por esas habrían conseguido la victoria, de no ser porque las
votaciones estuvieron muy mediatizadas por la intimidación, las coacciones y la
violencia; y dado que nunca se hizo un recuento en condiciones de los sufragios
emitidos, nunca se sabrá si finalmente obtuvieron la victoria o no. Poco importa,
porque ese mismo verano se produjo la sublevación militar que daría lugar a la
Guerra Civil.
Tras el resultado de las últimas
elecciones al Parlamento Europeo, los comunistas creen llegado el momento de resucitar
aquella nefasta experiencia, y han ofrecido a los demás partidos de izquierda sumarse a ellos de cara a las elecciones generales. Igualmente, se han
felicitado de que el voto antitroika
no haya ido en España hacia la extrema derecha como en otros lugares de Europa,
sino a fuerzas de progreso y de
izquierdas. Evidentemente, no van a reconocer que la izquierda, cuanto más
extrema, menos tiene que ver con lo que el común de los mortales entiende por
progreso…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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