El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer está lleno de estúpidos. O quizá sea que su impresión es que los españoles son estúpidos (algo de razón tienen, habida cuenta de quiénes ocupan las altas responsabilidades del gobierno). Cabe también que sean una panda de estúpidos que crean que los españoles son más estúpidos que ellos. Finalmente, puede que todo se les dé una higa; al fin y al cabo, están encabezados por un psicópata.
Cuando Sin Vocales
dio el bandazo que dio en relación con la postura española sobre el Sáhara
occidental, y puso el culo en pompa para que el moro gurrumino hiciera lo que
le pugliere (¿quizá por algún chantaje en relación con el contenido de su
móvil, que ahora sabemos, o suponemos, espiado?), molestó a Argelia, enemigo
tradicional de los alauitas por la primacía en el Magreb.
Todos los ninistros,
del primero a la última, se hartaron de decir que nuestro cambio de postura no
afectaría a nuestras relaciones con Argelia, nuestro principal suministrador de
gas natural desde hace décadas (al menos).
Pues bien, hace un mes
que desde Argel se tuvo un extraño modo de no afectar, porque firmó un
acuerdo con Italia que configuraba a los de la bota como nuevos socios preferentes en el mercado del gas. Además, advirtieron que no descartaban
revisar los precios del gas a su cliente español mientras que mantendrían
la misma tarifa para el resto de países.
Si esto es no afectar, que baje Alá y lo vea.
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