martes, 29 de noviembre de 2022

Reflexiones atemporales CXXXI –Fuera de control

Cuando a los políticos españoles de uno y otro signo les da por ponerse estupendos -me refiero a los del charrán y a los de la mano y el capullo: los de Vox no tocan el tema, y los neocom niegan lo que sigue a este inciso- dicen aquello de que España es una democracia plena y avanzada, homologable a las de los países de nuestro entorno.

Es de suponer que con eso de entorno se refieren a Portugal y a lo que hay al otro lado de los Pirineos, porque al Sur de Gibraltar la democracia es un bien escaso en los primeros miles de kilómetros… Ahora que lo pienso, se me hace difícil pensar de una democracia medianamente homologable en toda África; pero, claro, es posible que esté equivocado.

A lo que iba. No sé si el nivel de democracia de la mayoría de las naciones de Europa es del estilo del nuestro, aunque me parece que es algo superior. Lo que desde luego no es España es una democracia plena. Hay demasiadas carencias.

En una democracia plena se respetan los símbolos patrios -bandera, himno, jefatura del Estado- en todo el territorio nacional; en España, eso no ocurre. En una democracia plena se respeta el estado de Derecho; en España, eso no ocurre. En una democracia plena hay una verdadera separación de poderes; en España, eso no ocurre. En una democracia plena el que la hace la paga; en España, eso no ocurre. En una democracia plena no se permite que terroristas y separatistas participen en la vida política, y menos aún que dirijan la actuación del gobierno; en España, eso ocurre. En una democracia plena, en fin, el legislativo controla al ejecutivo; en España, eso no ocurre.

Y no ocurre porque el sistema ha derivado en una partitocracia, y es el ejecutivo -el partido- el que dirige al legislativo. No ocurre porque las llamadas sesiones de control que tenemos en el parlamento español son todo menos de control. No se puede controlar si las preguntas se conocen de antemano. No se puede controlar si las preguntas no se pueden cambiar en función de los acontecimientos. Y no se puede controlar si se pregunta una cosa al desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer y el presunto controlado contesta lo que le sale de los dídimos o de los ovarios.

Hasta que no se empiecen a solucionar todos los (graves) defectos que he mencionado antes, no seremos una democracia medianamente plena (si es que se puede ser pleno a medias). Y para sesiones de control, las del parlamento británico.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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