lunes, 9 de enero de 2023

Pie en pared

El verdadero Estado de Derecho y la verdadera democracia se basan en el imperio de la Ley.

No en el ejercicio del sufragio activo, como afirman los secesionistas catalanes, puesto que se votaba en la España de Franco, y se vota en la Cuba castrista y la Venezuela bolivariana,  y ninguno de esos regímenes sería considerado democrático sin adjetivos (si a la democracia se le ponen adjetivos como orgánica o popular, es que no es una verdadera democracia).

Tampoco en la mera actividad parlamentaria, como sostiene el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer. Cortes había en la España franquista, y parlamento hay en China, y Duma en Rusia, y no parece que tampoco esos regímenes sean democracias.

Por eso, por mucho que desde el consejo de ninistros bramen como las hienas que son, lo que tenían planeado para salvar el escollo de la renovación de los miembros del Tribunal Constitucional cuyo mandato había expirado era, lisa y llanamente, inconstitucional. Y el Tribunal Constitucional hizo bien en admitir a trámite el recurso del PP, primero, y en aprobar las medidas cautelarísimas, después.

Y al que no le guste, que se rasque.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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