lunes, 2 de enero de 2023

Proceso al proceso (453)

Iba a empezar esta entrada diciendo que en otros tiempos, la representación de los regionalistas catalanes y vascos tenía un cierto nivel, desolado como estoy por la ramplonería de la actual. Pero luego he caído en que, salvo quizá Miguel Roca-que estaba en Madrid, evidentemente, porque Jorgito Polluelo no lo quería en Cataluña-, la cosa nunca ha sido como para tirar cohetes.

Lo malo es que a sus escasas cataduras moral e intelectual, ahora añaden la chulería, sin tener nada de lo que ufanarse salvo de que le son más necesarios que nunca a la minoría parlamentaria gobernante para seguir en la poltrona.

Y no se cortan en decirlo, como hizo hace casi dos semanas el charnego de apellido descriptivo al dar al psicópata de La Moncloa la bienvenida a la guerra judicial y amenazar con involucrarse en el cambio del poder judicial.

Y ya sabemos cómo le gusta a esta gente, vista la sediciosa constitución catalana que pergeñaron: sumiso, cuando no directamente embridado.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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