jueves, 9 de noviembre de 2023

Bien por ellos

En un régimen autoritario -la Roma imperial o la Alemania nacionalsocialista, el Chile de Pinochet o la Cuba castrista, la España de Franco o los regímenes soviéticos-, el poder político lo controla todo.

España no es un régimen autoritario… todavía. Pero no será por falta de ganas del psicópata de la Moncloa ni del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, empeñados en una tarea de acoso y derribo de las instituciones casi desde el primer momento en que empezaron a detentar el poder.

Afortunadamente, y como en los tebeos de Astérix, quedan todavía un puñado de irreductibles que resisten frente al invasor. No son muchos, pero sí decididos. Y entre esos irreductibles se encuentran los miembros no izquierdistas del Consejo General del Poder Judicial, que plantan cara siempre que pueden a los de la mano y el capullo, la hoz y el martillo, la barretina y los colores de Aragón, el hacha y la serpiente.

Hace diez días se conoció la iniciativa de que el órgano de gobierno de los jueces debatiría una declaración institucional sobre la proyectada ley de amnistía, ley patrocinada por quien dijo que lo hacía por el interés de España.

No debería ser noticia señalar lo evidente, pero lo es: porque es evidente que el interés personal de Begoño no es el de España, y así se puso de manifiesto desde el CGPJ.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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