La categoría intelectual de los integrantes de los sucesivos gobiernos españoles de izquierdas ha ido en franco declive. Los que integraron los gabinetes presididos por Felipe González se habían formado durante el franquismo, y eso quiere decir que el sistema educativo era digno de tal nombre.
Todavía quedaba alguno (otra cosa es que
fueran manifiestos inútiles) bajo la égida de zETAp, pero ya se empezaba a ver
que la cosa iba cuesta abajo y sin frenos, desde las conjunciones
planetarias de Masturbito a un feto de trece semanas es un ser vivo pero
no un ser humano de otra de las miembras del gabinete.
Con el desgobierno socialcomunista que
tenemos la desgracia de padecer, el tema se ha ido completamente por el
retrete. Pasado Borrell a mejor vida (burocrática), los distintos ninistros
están tan ocupados lamiendo el tafanario del psicópata de la Moncloa que la
neurona no les da para más.
Y claro, al operar el principio de Peter, se
encuentran tan por encima de su nivel lógico que no saben dónde se encuentran. Y
el Pitecantropus pucelensis desbarra e insulta al presidente de Argentina, y a
sus colegas de gabinete no se les ocurre otra justificación que decir que habló
así por estar en un ambiente distendido.
A ver, panda pazguatos: un ministro (incluso éstos) del Gobierno de España (incluso éste) lo es las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Urbi et orbe. Y si no lo entiende, que devuelva la cartera y se vaya para su casa.
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