viernes, 7 de junio de 2024

Pero del asiento no se despega ni con agua caliente

El problema de un gobierno de coalición es que los miembros de la coalición tienen que actuar de consuno, para que la cosa no se vaya al garete; pero, por otra parte, cada uno busca marcar su territorio, para no se fagocitado ni conceder a la otra parte mérito -real o falso- que pueda redundar en beneficio ajeno.

Y es lo que está ocurriendo con las dos partes del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer. Con el psicópata de la Moncloa moviendo a los de la mano y el capullo cada vez más hacia la izquierda, la extrema izquierda -y los cocuquistas son eso, por muy arreglados que vayan… algunos- tiene que (intentar) demostrar que los asientos no les han cambiado.

En realidad, no lo han hecho: un comunista es siempre un liberticida, alguien decidido a imponer su modo de ver las cosas -que básicamente consiste en que el comunista estará al mano y todos los demás… no- al precio que sea. Por eso, que la tucán de Fene suba los ataques contra Sin Vocales responde a varias circunstancias: la propia naturaleza del personaje, que uno tras otro ha traicionado a todos los que la han promocionado en política; la circunstancia ya citada de que le están comiendo el terreno a su derecho; su incapacidad como líder, incapaz de fagocitar a los neocom y necesitada por tanto de demostrar que no se han aburguesado; y la proximidad de las elecciones europeas, que pueden suponer otro batacazo electoral para Restar.

¿Que están preocupados los cocuquistas, como dicen los de Ferraz? Sí, pero no menos que los propios socialistas, que les necesitan como muleta para seguir detentando el poder.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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