Cuando están en la oposición –lugar que,
por el bien de España, nunca deberían abandonar-, a las izquierdas en general y
al PSOE en particular se les llena la boca con proclamas grandielocuentes de
defensa de los trabajadores, de sostenimiento del Estado del bienestar y demás
soflamas retroprogres. Cuando llegan
al poder, en el mejor de los casos, siguen las recetas de la derecha, las
únicas que funcionan. Eso, en el mejor, porque en el peor dejan todo hecho unos
zorros.
Por ello, lo mejor que pueden hacer
los capitostes socilaistas con experiencia (calamitosa) de gobierno es quedarse
calladitos. De lo contrario, se arriesgan a que cualquier político de derechas
con un mínimo de reflejos les cante las del barquero. Como Ignacio González
diciéndole a Tomás Gómez que como se defienden las pensiones es pagando a la Seguridad Social… cosa que el PSOE no hace siempre.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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