En varias ocasiones he señalado que si
a Suárez, Calvo-Sotelo, González, Aznar y Rajoy se les nombra siempre por el
primer apellido, no era coherente que a zETAp se le nombrara por el segundo, lo
mismo que al hijo de P. Parece como si se avergonzaran de sus padres, o quizá
es que no estuvieran seguros de quiénes eran los mismos (chiste fácil y
malvado, lo sé).
Hace poco, Celia Villalobos –tan prescindible
por otras cuestiones, empezando por su mejorable gestión de la crisis de las vacas locas y acabando por los consejos
demoscópicos de su señor marido- puso en su sitio al actual secretario general
del PSOE. Cuando le llamó por su nombre –señor
Pérez-, el hijo de P se molestó. Como muy bien dijo doña Celia, ella no
tiene la culpa de que el calvo barbudo se llame como se llama…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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