…pero de algunos, más.
En estos tiempos de libre empresa, la
existencia de televisiones públicas con vocación de liderazgo de audiencia
resulta un contrasentido. Máxime cuando, en lugar de informar, se dedican a
hacer de abogados defensores de un ex juez condenado por prevaricación, o
muestran una falta de neutralidad tan clamorosa que son amonestadas por laJunta Electoral.
Por otra parte, si ya cuando había sólo dos
canales en TVE se discutía la conveniencia de privatizar el segundo, no sé de
qué se sorprenden algunos cuando en época de vacas flacas se plantea la
posibilidad de que cierren dos de los actualmente existentes. LA tarta sigue siendo la misma, así que a más porciones, menos tamaño.
Lo que no tiene desperdicio son
las declaraciones de los políticos: los socialistas creen que el recorte es una
estrategia "deliberada" del PP para "deteriorar" y
"desmantelar" el servicio público de la Corporación y de esta manera
"potenciar otras alternativas más afines a su ideario". Es decir,
que existe un ideario de la televisión de todos, como dice el Ente
en su publicidad institucional.
Por otra parte, en opinión de los
populares los servicios informativos de TVE no son objetivos, "deforman la
realidad" y al verlos "cuesta reconocer quien gobierna en
España". Pues la culpa es suya, por seguir manteniendo a esos comisarios
políticos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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