martes, 4 de diciembre de 2012

Perder el oremus

Europa es lo que es y como es, sobre todo, debido a dos factores: la antigüedad grecorromana y el cristianismo. Negarlo, en aras de una supuesta corrección política y del respeto a otras culturas, es una necedad, y el Papa (creo recordar) hizo muy bien cuando criticó la omisión en el preámbulo de la Constitución Europea de toda mención a las raíces cristianas de Europa (de Finisterre a los Urales, del Cabo Norte a Gibraltar). Si no se hubiera detenido a los musulmanes, primero en Poitiers y luego en Viena, probablemente Europa sería una especie de Gran Turquía. Aunque bueno, camino de ello vamos…
En aras de una supuesta neutralidad religiosa, la Unión Europea se ha negado a que Eslovaquia proyecte la emisión de una moneda de dos euros en la que aparezcan los santos Cirilo y Metodio. Gustará o no, pero los dos santos evangelizaron parte de Europa Oriental, e incluso puede decirse que comenzaron a civilizarla al darles un alfabeto, el cirílico, que pervive hoy en día.
Afortunadamente, los eslovacos se han plantado y han dicho (y tienen razón) que merece la pena oponerse al veto europeo, aunque ello restrinja la circulación de la moneda.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA ESLOVAQUIA!!!






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