viernes, 12 de julio de 2013

Come mierda: diez mil millones de moscas no pueden estar equivocadas

De los socialistas sabíamos que predicaban una cosa mientras se dedicaban a hacer la contraria. O, dicho de otra manera, que proclamándose de izquierdas viven como nos gustaría vivir a los de derechas.
Pensaba que los comunistas no habían llegado a semejantes extremos. Pero noticias recientes me indican que bajo el paraguas de progretariado cabe toda la izmierda, de la más moderada a la más extrema. Resulta que Diego Valderas, vicepresidente comunista de la Junta de Andalucía y, por tanto, propugnador de la expropiación social de las viviendas, se aprovechó de la angustiosa situación de un desahuciado para adquirir la vivienda de éste. Pero no directamente al propietario, sino al banco, casi un cuarenta por ciento más barata.
En cuanto al partido del flamante nuevo propietario, no le ha criticado, sino todo lo contrario. Lo ha defendido, aduciendo que lo hacían miles de ciudadanos. Valiente justificación de unos miserables hipócritas, a los que algunos (cada vez más, desgraciadamente) descerebrados todavía consideran que pueden ser la salvación de España. Cuando lo único que ha traído el comunismo en todo el mundo, de Moscú a La Habana, de Paracuellos a Katyn, ha sido siempre pobreza y muerte.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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