No es que quiera que todos los
parlamentarios tengan una carrera; ya me gustaría, pero comprendo que hay
partidos y personas que no dan más de sí y son, unos y otras, limitaditos. Lo que
sí me molesta sobremanera es que algunos, so capa de su progresismo, omitan las
más elementales normas de urbanidad. Como ir a una toma de posesión sin corbata y con los faldones por fuera del pantalón, o a una comisión parlamentaria con
camiseta y sandalias, amenazando además con arrojar una de éstas alcompareciente. Y es que puedes sacar a la chusma del arroyo, pero no puedes
sacar el arroyo de la chusma…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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