domingo, 5 de abril de 2015

Es ética, no estética

Con motivo de las elecciones autonómicas andaluzas, ha salido a la luz pública el caso (seguro que no es el único) de la dirigente (socialista, ¿qué, si no?) que coaccionó a los trabajadores a su cargo haciendo algo más que insinuar que si el PSOE perdía el poder ellos perderían el puesto de trabajo. Como reacción, el consejero de Justicia ha dicho que el comportamiento de la susodicha (de nombre Irene Sabalete) no le parece muy estético.
Desde luego, ese comportamiento es de todo menos bonito. Pero es que, además, roza la coacción, el chantaje y demás delitos conexos, además de poner de manifiesto el hecho de que el PSOE en general, y el andaluz en particular, consideran la zona al Sur de Despeñaperros poco menos que como su cortijo.
No quiero ni pensar en cómo habrían reaccionado si la tal Sabalete fuera, por poner por caso, un miembro destacado del Partido Popular de Castilla y León, no digamos del de Madrid.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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