miércoles, 22 de abril de 2015

Largo y próspero me lo fiáis

Está visto que los políticos son incapaces de pasar a la reserva. Pase lo que pase, hayan triunfado o hayan fracasado, sienten la tentación irresistible de dar la nota y acaparar titulares aunque ya no estén en activo.
Un ejemplo lo tenemos en Juan José Ibarreche. A propósito de lo cual, nunca entendí por qué sus nombres de pila se han dicho siempre en español, mientras que los de su tocayo vicevérsico, José Juan Imaz, se han dicho siempre en vascuence. A lo mejor es que Yonyosu suena mucho peor que Yosuyón, o que la primera palabra es alguna especie de taco en ese idioma tan pujante, creador de palabros como aeroportúa.
A lo que iba. El expresidente del consejo de gobierno de la comunidad autónoma vasca estaba felizmente desaparecido. Ahora, el clon vasco del señor Spock va y dice que la independencia de Vascongadas se producirá en 2.030. La verdad, no sé si sus correligionarios, y menos aún los chicos de las bombas, estarán dispuestos a esperar tanto tiempo.
Por otra parte, es como (creo) los testigos de Jehová, que han predicho el fin del mundo… varias veces, puesto que de momento la Tierra no tiene trazas de irse al garete.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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