jueves, 31 de enero de 2019

Patético

En la ya larga pugna entre Susana Díaz y Sin vocales, la primera tenía dos bazas de su lado –el aparato y el poder territorial-, mientras que el segundo tenía sólo una (la militancia).
Tras las elecciones, las tornas han cambiado, y ahora es dctr Snchz quien tiene más triunfos en su mano: mantiene el apoyo de la militancia (o eso parece), ha alcanzado el poder territorial a nivel estatal y, como consecuencia de las dos cosas anteriores, tiene al aparato cogido por las pelotas; cabreado, resentido, asustado, pero por las pelotas.
La baronesa andaluza parece, por lo tanto haber sido derrotada. Pero las apariencias engañan, y más en el PSOE (que se lo digan a éstos dos). Las cosas, por lo tanto, pueden voltearse de nuevo. Para ello, Noesno tiene que perder el Gobierno (su gran baza, qué duda cabe), y Susanita tiene que aguantar, resistir, no rendirse. Por ello, cuando desde Ferraz le han pedido grandeza para ir a unas primarias –que quizá ganara, porque Andazulía es mucha Andazulía-, lo que ha hecho Díaz es atrincherarse. Sabe que su única posibilidad, como la de los franceses en 1.914, es resistir, resistir y seguir resistiendo. Y esperar que el enemigo (no rival, no adversario: enemigo) no resista más que ella.
Grandeza, dicen. Qué graciosos. Que estamos hablando del PSOE, ese partido que se estrenó parlamentariamente proclamando que se saltaría la legalidad cuando le pareciera conveniente; que siguió llamando, en esa misma sede parlamentaria, al atendado personal; que cuando perdió unas elecciones dio un golpe de Estado, y perpetró un pucherazo en las siguientes; que hizo de la corrupción una manera de gobernar, enterró a Montesquieu y se rindió ante terroristas y separatistas.
Grandeza pide el partido que ha cometido más bajezas en la historia de España. Sería gracioso de no ser tan triste.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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