Los socialistas españoles nunca se han caracterizado, en el cerca de siglo y medio de historia que tienen, por mostrar un respeto escrupuloso a las reglas del juego democrático, ni tampoco por anteponer el interés general al particular o partidista. Más bien todo lo contrario.
Dicho esto,
los niveles de desfachatez en semejante conducta que esta exhibiendo Sin
vocales resultan francamente obscenos, incluso teniendo en cuenta lo
señalado en el primer párrafo de esta entrada. Ya en tiempos del felipato
colocaron como fiscal general del gobierno a alguien de su cuerda, el Pollo
del Pinar, con una cualificación profesional francamente mejorable. Lo que
no habían llagado a hacer era colocar en semejante puesto a quien era, hasta
cinco minutos antes, titular de la cartera de Justicia. Alguien a quien, como
Notaria Mayor del Reino, se la colaron doblada en la profanación de la sepultura
de quien fuera Generalísimo de los Ejércitos. Alguien que comparte mesa y
alcoba con quien fue condenado por el peor delito que puede cometer alguien
perteneciente a la carrera judicial, el de prevaricación. Alguien que, en conversaciones
con un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado indigno de
portar la placa que lleva se refirió a un futuro compañero de gabinete en
términos que, en labios de alguien de la derecha, serían calificados de homófobos.
Alguien que reconoció haber tenido conocimiento de delitos de prostitución de
menores y calló. Alguien que, en fin, depende ahora del desgobierno socialcomunista
que tenemos la desgracia de padecer, como prepotentemente manifestó su jefe.
Así las cosas, no es de extrañar que la fiscalía mantenga abierta la investigación sobre Juan Carlos I para presionar a Felipe VI, Su Majestad el Rey, a quien Dios guarde muchos años.
¡¡¡VIVA EL REY!!!
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