Conozco a una persona (persona a la que le tengo un gran aprecio) que cada vez que sale el tema del Descubrimiento y la conquista de América se pone del lado de los giliprogres y el papa Natas y considera que deberíamos seguir pidiendo disculpas por lo que hicimos hasta que el infierno se congele. Tiene, además, familia política mexicana, por lo que en nuestras conversaciones es inevitable su pregúntale a mi cuñada, a ver qué opina.
No voy a tratar en esta entrada
ese tema, aunque cualquiera que me conozca o me haya leído mínimamente podrá
deducir sin problemas mi opinión al respecto. Lo que voy a comentar tiene que
ver con los malos modos y maneras con la que dirigentes populistas -no por
casualidad, todos de izquierdas- reclaman el cumplimiento de ese supuesto deber
de pedir disculpas.
Afortunadamente, todavía queda gente con un mínimo de educación al otro lado del charco, incluso entre la clase política. Y si en su toma de posesión el actual presidente de Perú se despachó a gusto insultando a Su Majestad el Rey de España, don Felipe VI, a quien Dios guarde muchos años, un congresista peruano -evidentemente, no de los comunistas- expresó sus disculpas por las desafortunadas palabras de Castillo durante su discurso de toma de posesión; el parlamentario asegura que las afirmaciones pronunciadas por el presidente peruano demuestran su desconocimiento de la Historia, y asegura que la mayoría de los ciudadanos no comparten su postura.
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