En la actualidad, casi cualquier partido político parece considerar imprescindible una fundación de ideas, lo que los angloparlantes llaman un think tank.
Suspendamos la incredulidad por
un momento y asumamos que en los partidos políticos en general (no hablemos ya
en los de izquierdas) se piensa. ¿Cuál es la razón, pues, de crear semejante figura?
¿Es que no podría hacerse lo mismo con algo dentro de la misma organización
partidista? ¿Se trata, quizá, de dar un retiro digno a las viejas glorias
del partido? Porque, repasemos, quiénes encabezan o encabezaron las fundaciones
de los dos partidos principales.
La Pablo Iglesias, del PSOE, tuvo
a su frente a Alfonso Guerra hasta 2.017, que fue sucedido, sucesivamente, por
José Félix Tezanos, Beatriz Corredor y Santos Cerdán. Teniendo en cuenta que el
primero fue colocando en ese puesto coincidiendo con el regreso del psicópata
de La Moncloa a la secretaría general socialista, y que el último es secretario
de organización en Ferraz, parece que sería más bien el partido quien le dice a
su think tank lo que tiene que pensar.
La FAES, del PP, tiene a su
frente a José María Aznar. Aunque (de acuerdo con Wikipedia), según sus
críticos, FAES no sería más que una institución para marcar las pautas de
actuación y la agenda política del Partido Popular. Sin embargo, teniendo
en cuenta que el expresidente del Gobierno actúa como una especie de cruce
entre mosca cojonera y Pepito Grillo y que en Génova no le hacen demasiado
caso, parece que Wikipedia ha demostrado, una vez más, ser una fuente de
información mejorable.
Y ahora han sido los neocom
los que han decidido que sea el Chepas quien presida el Instituto 25M,
secundado por, entre otras personas, Isabel Serra (conocida delincuente) y
Lilith Verstrynge (enérgica oradora). Teniendo en cuenta que quien lo dirige es
Monedero, uno piensa que para lo que puede servir es para lavar dinero
procedente de fuentes poco confesables.
Y si no, al tiempo.
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