De los gallegos se dice que no se sabe si suben o si bajan; de los vascos, que son tercos (más o menos lo mismo que de los aragoneses); de los andaluces, que les gusta la juerga; y de los catalanes, que son avariciosos (sintetizado en el conocido la pela es la pela, porque lo de el euro es el euro no suena igual, la verdad).
Tópicos, por supuesto. Pero
los tópicos, como las leyendas, suelen tener un punto de anclaje en la
realidad. Y cuando un exconsejero de Cocomocho reconoce que muchos eran separatistas para hacer negocios, se puede llegar a la conclusión de que el saber
popular conoce bastante bien a los catalanes.
A algunos, al menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario