lunes, 28 de marzo de 2022

¿Qué fue antes?

Parece bastante fuera de toda duda que entre los partidos políticos y los grupos de presión existe una cierta correspondencia de intereses y, hasta en algunos casos, una suerte de acción coordinada.

Otra cosa es si dicha correspondencia y dicha coordinación son desinteresadas o, en cambio, obedecen a motivos espurios. Tomemos, por ejemplo, el caso de la delincuente Juana Rivas: una serie de asociaciones feministas pidieron su indulto, y otra presentó una queja ante el juez. El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer subvencionó con cuatrocientos treinta y cinco mil euros a las primeras, y entregó cien mil euros a la segunda.

Y ahora viene la cuestión: ¿las asociaciones actuaron como actuaron porque pensaron que era lo correcto, o esperando recibir el agradecimiento del consejo de ninistros? Y éste, ¿destinó los fondos porque consideró los fines de las asociaciones como dignos de apoyo, o como agradecimiento por lo que habían hecho?

Cada uno que piense lo que quiera. Tengo muy claro lo que pienso yo. Sobre todo cuando leo la noticia de que a la plataforma de afectados por la ocupación los de la mano y el capullo les han dejado plantados.

Lógico, no les hacen la ola.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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