jueves, 23 de febrero de 2023

Ordena y manda

Al ser el Fiscal General un cargo nombrado por el consejo de ministros, es previsible que muestre un cierto sesgo ideológico o, por decirlo de otra manera, que el partido gobernante elija para el puesto a alguien de su cuerda.

Sin embargo, una cosa es la previsibilidad, otra la deseabilidad y otra muy distinta -y opuesta diametralmente a la segunda- la habitualidad cuando quien gobierna es el partido de la mano y el capullo. Porque para los de Ferraz siempre ha primado más la afinidad partidaria que la cualificación profesional, y tan pronto eligen a alguien cuyo mérito más destacado son sus habilidades en la lucha canaria como a otro que sostuvo que, en las relaciones con el terrorismo, las togas de los fiscales tenían que mancharse con el polvo del camino (de la sangre de las victimas no dijo nada).

Ahora que este último sujeto ha sido nombrado (lo de elegido es un eufemismo sarcástico) presidente del Tribunal Prostitucional, nada ha cambiado. Tampoco cabía preverlo, dada la catadura moral del personaje y sus modos nada democráticos.

Por ello, era tristemente esperable que impusiera una especie de dictadura en la corte española de garantías, y que ordenara como si todavía estuviera a la cabeza del ministerio público, donde rige el principio de jerarquía.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: